El camello arabesco – Regalo de Allâh


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3 comentarios el “El camello arabesco – Regalo de Allâh

  1. Gracias Abdo , importante carecterística la que señalas , enriqueces la nota con tu aportación ,te agradezco mucho tus palabras, Saludos afectuosos.

  2. Dos lánguidos camellos, de elásticas cervices,
    de verdes ojos claros y piel sedosa y rubia,
    los cuellos recogidos, hinchadas las narices,
    a grandes pasos miden un arenal de Nubia.

    Alzaron la cabeza para orientarse, y luego
    el soñoliento avance de sus vellosas piernas
    —bajo el rojizo dombo de aquel cénit de fuego—
    pararon silenciosos, al pie de las cisternas…

    Un lustro apenas cargan bajo el azul magnífico,
    y ya sus ojos quema la fiebre del tormento;
    tal vez leyeron, sabios, borroso jeroglífico
    perdido entre las ruinas de infausto monumento.

    Vagando taciturnos por la dormida alfombra,
    cuando cierra los ojos el moribundo día,
    bajo la virgen negra que los llevó en la sombra,
    copiaron el desfile de la Melancolía…

    Son hijos del desierto: prestóles la palmera
    un largo cuello móvil que sus vaivenes finge,
    y en sus marchitos rostros que esculpe la Quimera
    ¡sopló cansancio eterno la boca de la Esfinge!

    Dijeron las Pirámides que el viejo sol rescalda:
    «Amamos la fatiga con inquietud secreta…»
    y vieron desde entonces correr sobre su espalda,
    tallada en carne viva, su triangular silueta.

    Los átomos de oro que el torbellino esparce
    quisieron en sus giros ser grácil vestidura,
    y unidos en collares por invisible engarce
    vistieron del giboso la escuálida figura…

    Todo el fastidio, toda la fiebre, toda el hambre,
    la sed sin agua, el yermo sin hembras, los despojos
    de caravanas… huesos en blanquecino enjambre…
    todo en el cerco bulle de sus dolientes ojos.

    Ni las sutiles mirras, ni las leonadas pieles,
    ni las volubles palmas que riegan sombra amiga,
    ni el ruido sonoro de claros cascabeles
    alegran las miradas del rey de la fatiga.

    ¡Bebed dolor en ellas, flautistas de Bizancio,
    que amáis pulir el dáctilo al son de las cadenas;
    sólo esos ojos pueden deciros el cansancio
    de un mundo que agonia sin sangre entre las venas!

    ¡Oh, artistas! ¡Oh, camellos de la llanura vasta
    que vais llevando a cuestas el sacro monolito!
    ¡Tristes de esfinge! ¡Novios de la palmera casta!
    ¡Sólo calmáis vosotros la sed de lo infinito!

    ¿Qué pueden los ceñudos? ¿Qué logran las melenas
    de las zarpadas tribus cuando la sed oprime?
    Sólo el poeta es lago sobre este mar de arenas,
    sólo su arteria rota la Humanidad redime.

    Se pierde ya a lo lejos la errante caravana
    dejándome —camello que cabalgó el Excidio…—
    ¡Cómo buscar sus huellas al sol de la mañana,
    entre las ondas grises del lóbrego fastidio!

    ¡No! Buscaré dos ojos que he visto, fuente pura
    hoy a mi labio exhausta, y aguardaré paciente
    hasta que suelta en hilos de mística dulzura
    refresque las entrañas del lírico doliente.

    Y si a mi lado cruza la sorda muchedumbre
    mientras el vago fondo de esas pupilas miro,
    dirá que vio un camello con onda pesadumbre
    mirando, silencio, dos fuentes de zafiro.

  3. Hola amiga Victoria, gracias por tan ilustrativo documento sobre el NAVÍO DEL DESIERTO, que es este servicial animal llamado para los árabes Yamal (Camello). La descripción de sus características no deja lugar a duda, que ha sido concebido para navegar por los desiertos, sin importarle las calamidades tanto climáticas como del mismo terreno. Solo se te ha escapado una característica importante para poder comer los cactus y plantas con espinas, es que tiene el labio inferior partido, lo utiliza para separar las espinas y escupirlas después separarlas de la planta, es algo así como un bolsillo en el labio inferior… Un magnífico trabajo amiga Victoria, mil gracias por acercar a la gente la cultura y fomentar los conocimientos entre las civilizaciones… Salam

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